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Badaguás

Situado a 1.041 m de altitud, en la solana de la Sierra de Albarún (1.551 m) y cabecera del río Gas (afluente del Aragón), Badaguás ocupaba la corona de un pequeño collado, con magníficas vistas -desde el mirador de la iglesia parroquial- hacia la Val Ancha, el Campo de Jaca y la Peña Oroel, que cierra el horizonte por el sur.

Dependencia del monasterio de San Juan de la Peña durante siglos, Badaguás disfrutó brevemente de la categoría de municipio independiente (desde 1834 hasta 1850, cuando se integró en el vecino – y casi homónimo- municipio de Baraguás). Desde 1966 forma parte del término municipal de Jaca, tras haber pertenecido al de Guasa desde 1945.

Tenía seis “fuegos” (casas) en 1495: las de Martín de Albelda; Antón de Marín, mayor; Sancho Fatás; Johan d´Espín; Antón de Marín, menor, y Gil de Marín.

Durante el siglo XVIII mantiene siete casas abiertas, que ya eran justo el doble en 1845, con una población estimada de 80 habitantes. El censo del año 1900 registra 12 casas habitadas y tres deshabitadas, con una población de 62 habitantes de hecho. En 1960 las viviendas habitadas eran solamente ocho y los habitantes 34. Poco tiempo después Badaguás queda totalmente deshabitado y muchas de sus viviendas se ocupan como corrales de ganado.

HISTORIA

Desde las fechas de su fundación (s. XI) el monasterio de San Juan de la Peña, entre otras muchas poblaciones, obtuvo la posesión de Badaguás, ejerciendo su jurisdicción hasta la Desamortización de 1834. En este contexto de dependencia señorial, la agricultura cerealista y la ganadería lanar fueron los pilares básicos de la economía del lugar durante siglos.
Tras la extinción del señorío pinatense se produce, a lo largo del s. XIX, un relativo incremento demográfico que conlleva extensas roturaciones y la deforestación de la sierra. Pero el reducido término de Badaguás (“áspero y muy estéril”) no alcanza a mantener a más de 60 personas.
El siglo XX es testigo del derrumbe de la economía tradicional. A mediados de siglo el Patrimonio Forestal del Estado acomete la repoblación forestal de la sierra, privando con ello a Badaguás de sus mejores pastos. Se acelera entonces el éxodo de sus habitantes y en pocos años queda despoblado el lugar.

ARTE

La iglesia parroquial de San Bartolomé, aislada del antiguo casco urbano, es un edificio barroco de los siglos XVII-XVIII. Muestra planta rectangular, de una sola nave de tres tramos más el presbiterio, y testero recto. La torre campanario es de planta cuadrada y de buenas dimensiones; presenta dos vanos en sus muros meridional y oriental.

La iglesia sufrió reformas en los años 50 del s. XX, al sustituir la antigua bóveda de lunetos en la nave por un cielo raso. Recientemente también ha sido objeto de nuevas modificaciones.

En el centro del pueblo, en medio de las antiguas viviendas, se encuentra la ermita de la Purísima Concepción, que fue la antigua parroquia. Es edificio gótico, del siglo XV, restaurado que fue con buenas intenciones y escaso acierto.

ARQUITECTURA POPULAR

La arquitectura tradicional de Badaguás era de gran interés. El abandono del pueblo en los años 60 del s. XX evitó la modernización de las antiguas viviendas, de modo que el núcleo logró conservarse, pese al lógico deterioro, como un perfecto muestrario de la arquitectura doméstica propia del Campo de Jaca.

Las fachadas principales lucían con la mampostería vista o, más a menudo, enfoscadas y blanqueadas. Todas las cubiertas eran de losa (excepción hecha del “moderno” edificio escolar, que se construyó con teja árabe), mientras que abundaban las chimeneas de piedra toba, ciertamente espectaculares. Las viviendas abrían mediante grandes portaladas de piedra sillar, con arcos de medio punto (las más antiguas) o adinteladas.

Junto a las viviendas, y alrededor del pueblo, se veía un buen conjunto de bordas, edificios auxiliares donde se almacenaba la hierba y la paja para el ganado. Asociadas a las eras de trilla, solían presentar característicos arcos de medio punto.

Las últimas casas habitadas fueron las denominadas Pardo, Laval, Pastora, Betrán, Castán, Piquero, Sancha y Jaime.

FIESTAS Y TRADICIONES

Los antiguos vecinos de Badaguás celebraban sus fiestas patronales en honor de San Bartolomé, día 24 de agosto.