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Guasillo

En el Campo de Jaca, a 868 metros de altitud, sobre una elevación natural en la falda meridional del monte Asieso, entre campos de cereal, almendros, huertas y pastos para el ganado vacuno y lanar.

Formó parte del municipio de Banaguás hasta que éste se incorporó al de Abay (1862). En 1963 pasó al ayuntamiento de Jaca. En 1495 el fogaje mandado realizar por Fernando el Católico en todo el Reino de Aragón le otorgaba 3 fuegos. Según el Censo de 1857 tenía 60 habitantes. Fue reduciendo su población hasta finales del siglo XX. Era de 28 en 1981 y en 2003 contaba con 67 vecinos.

HISTORIA

Las noticias sobre Guasillo (Guasilgu, Gassillo) se remontan al siglo X. Aparece mencionado en el largo pleito que mantuvo Fortuño de Sasave (933-947), obispo de Aragón, por recuperar los derechos sobre unas tierras en Guasillo heredadas de su familia, que procedía de allí. Un siglo después, el señor de Guasillo y de Monclús era Iñigo Jiménez, natural del lugar.

En 1034 el rector de su iglesia, Oriol, donó al monasterio de San Juan de la Peña sus propiedades en Guasillo, entre ellas la “casa” de San Adrián (la iglesia) con sus edificios, huerto y molino en el río Aragón. Esta vinculación con el cenobio pinatense, patente por la presencia de su emblema (Agnus Dei coronado) en la iglesia, se mantuvo hasta el siglo XIX.

En 1778 el lugar era del obispado de Jaca.

ARQUITECTURA RELIGIOSA

La iglesia parroquial de San Adrián fue edificada en el siglo XVIII sobre otra de origen románico. En la torre campanario aledaña, un ventanal geminado con arquitos ultrasemicirculares y marco rectangular rehundido, a modo de alfiz, revela la influencia del grupo de iglesias del Gállego. Como éstas, podría datarse en torno al 1030, aunque se ha debatido su posible origen mozárabe, lo que adelantaría su cronología al siglo X. Pudo haber sido incluso una torre fortificada exenta, con aspilleras y entrada en alto en su muro norte, visibles desde el cementerio contiguo. La iglesia barroca es de nave rectangular y cabecera recta, con bóveda de cañón con lunetos y elíptica respectivamente. El retablo mayor, con imágenes de San Adrián, San Bartolomé y Santa Orosia, es obra de la primera mitad del siglo XVIII, del escultor de origen francés Juan de Puey. Se conserva además un fragmento de una tabla gótica del siglo XV.

Al norte de la localidad se encuentran las ruinas de la ermita de San Bartolomé, que desde 1258 perteneció también al monasterio pinatense.

ARQUITECTURA POPULAR

El casco urbano se extiende en pendiente por detrás de la iglesia. En el tránsito entre el siglo XVI y el XVII, la población fortificó su flanco occidental con unos potentes edificios de piedra.

Son las casas Casbas, Frailón y Chuanpuey, de cuatro plantas y aspecto muy cerrado, con aspilleras y ventanucos, separadas por estrechos callizos. Las dos entradas a la población se abrieron en forma de pasadizo en Casa Casbas y Casa Canónigo. Otras muestras interesantes de arquitectura doméstica popular son las casas Fenero, Champérez, Palacín y Tejedor, así como el antiguo horno de pan.

Fuera del cerco de la población, se halla la “Fuente la Mora”, en un cuidado entorno.

FIESTAS Y TRADICIONES

Las fiestas mayores se celebran el 24 de agosto en honor de San Bartolomé, y el 16 de junio se venera a su patrón, San Adrián. Es la única localidad de la margen derecha del río Aragón que participa en las romerías de Yebra de Basa y Jaca (25 de junio) en honor de Santa Orosia.
En ambas porta farol y ocupa un lugar de privilegio por ser natural de Guasillo el pastor que halló los restos de la santa.